“Dios me permitió volver a nacer y estoy ganando la batalla”, Camilo*

Todos los días Camilo* inicia su rutina a las cinco de la mañana, cuando sale a pasear a su perro. Mientras camina hasta la “Fuente de la Transparencia”, en Pasto, aprovecha el recorrido para reflexionar, orar y agradecer. Sobre todo, piensa en lo importante que fue su despertar espiritual y el compromiso que tiene consigo mismo para seguir sobrio.

 Su proceso no ha sido fácil y para lograr la estabilidad que hoy disfruta tuvo que pasar por diferentes situaciones hasta realmente querer un cambio.

 “Tener una adicción es algo que no le deseo ni al peor enemigo. Al principio creía que no pasaba nada y que nadie lo notaba. Con el tiempo me di cuenta de que todo a mi alrededor se estaba destruyendo; mi hogar y mi trabajo. Hice algunas rehabilitaciones, pero eran superficiales. No tomaba una decisión fuerte para lograr un verdadero cambio hasta que supe que no tenía a nadie”, explica Camilo.

 Fue en ese momento en el que, seguro de querer una nueva vida y a su familia de vuelta, averiguó sobre el programa de rehabilitación de la Clínica Sol de los Andes y decidió hacer el proceso a consciencia.

 “Me encontré con una dinámica totalmente diferente a las instituciones en las que había estado. Realicé un proceso real, sin engaños ni mentiras. Quería ser feliz e iba a hacer todo lo posible por lograrlo”, cuenta.

 Durante su tratamiento en la Clínica Sol de los Andes, Camilo conoció a un terapeuta que lo guió e inspiró a tener también esta vocación por lo que durante su cuarto mes de rehabilitación apoyó a sus compañeros como líder.

 Mientras que esto sucedía, empezó a trabajar nuevamente en su gran pasión: la odontología, carrera que ejerce desde hace 35 años.

 Hoy, 4 meses después del tratamiento, este paciente celebra cada día que permanece sobrio y asegura que es un “trabajo constante que involucra tener fortaleza mental y espiritual”. Asimismo, se ha apoyado en el deporte, por lo que desde hace varios años monta bicicleta tres veces a la semana con un grupo de 20 personas, lo que le ayuda a estar más comprometido y a sentirse con vitalidad y ganas de trabajar.

Después de enfrentarse a diferentes retos, Camilo asegura que Dios le permitió volver a nacer y que gracias al tratamiento recibido está ganando la batalla.

 

*Nombre cambiado para proteger la identidad del paciente.

Clínica Sol de los Andes S.A.S. certifica que, el permiso obtenido por la imagen, el nombre, voz, firma, iniciales, figura, fisionomía total y parcial del cuerpo y/o cualquier símbolo que se relacione con la identidad del usuario en esta entrevista, tuvo un consentimiento previo e informado proveniente del titular del mismo. En base a lo regulado por la Ley 1581 de 2012 y en la policía de protección de datos personales de Clínica Sol de los Andes S.A.S. la cual puede consultarse en el siguiente link: https://bit.ly/2XGxDPe *